1 tapa de tarta o un paquete de tapas de empanadas.
150 gramos de queso rallado o mantecoso.
2 cucharadas de harina (podés usar leudante o común).
Un chorro de aceite, manteca o el producto que utilices para aportar grasa a las preparaciones.
Agua c/n.
Queso crema o mayonesa (opcional).
Especies como orégano, ají molido o ajo (opcional).
podés utilizar tanto palo de amasar como las mismas manos).
Pintar toda la tapa con manteca, aceite o el producto graso que tengas en tu casa. Este paso es fundamental que lo hagas bien, ya que de él depende que el saborizante no se despegue o se derrita en exceso.
Rociar la preparación con abundante queso rallado o cortar pequeños cubitos de queso mantecoso para colocar a lo largo y ancho de la masa.
Colocar con los dedos un poco de agua en las puntas, poner la segunda tapa por encima, la cual también debe estar estirada con la misma forma cuadrada o rectangular, y presionar los pliegues para que se peguen.
Sumar un poco más de queso por arriba y cortar bastones de unos 2 centímetros de ancho e incorporarlos en una fuente de horno que debe poseer una leve capa de materia grasa para que no se peguen.
Cuando los tengas preparados, mandar a cocinar por unos 10 minutos o hasta que estén doraditos y el queso derretido.
Si te animas, mientras están en cocción los palitos de queso, tomar el queso crema/ mayonesa y mezclar con alguna especie que tengas en casa para utilizar de dip.
Sacar del horno y dejar enfriar por unos minutos. Lo ideal es servirlos cuando estén tibios y acompañados del rico aderezo mencionado o con lo que más te guste.