Muchos creen que hace falta un gran presupuesto para hacer una merienda rica y bien completa, sin embargo, gracias al centenar de recetas que se encuentran en internet, son cada vez más las personas que ponen las manos en la masa y sorprenden a sus seres queridos con manjares que no solo son económicos, sino que también sumamente sabrosos.
Si todavía no te animaste a prender el horno de casa, buscas parar el antojo de algo dulce o simplemente le querés hacer frente al mal clima, te recomendamos esta exquisita preparación de budín de limón que se hace con productos que tenés en casa y que es ideal para los mates de la tarde dado que se hace en menos de una hora.
Dado que la preparación lleva aceite en vez de manteca o margarina, existe la posibilidad de realizar la mezcla en licuadora o mixer, lo cual es una buena opción si tenés pocos minutos para cocinar. Asimismo, si sos de esas personas que no tiene muchos utensilios de cocina, podés hornear preparación tanto en la clásica budinera como en una olla que sea antiadherente y pueda ir al horno.
La receta en sí se hace en menos de una hora, teniendo en cuenta que la cocción es de más o menos 45 minutos y la integración de los productos lleva menos de 15 minutos. Asimismo, hay que destacar que se estima que salen unas 8 porciones generosas o 12 en caso de que hagas cortes más finos.
En un recipiente grande, batir los tres huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y esponjosa.
Agregar a la mezcla anterior la ralladura de limón (solo la parte amarilla porque la pulpa blanca tiene un sabor amargo) y la mitad del juego que posee la fruta. Remover bien para incorporar los ingredientes.
Incorporar el aceite vegetal (podés usar mezcla, maíz, oliva o la que tengas en tu casa) y continuar batiendo hasta que esté bien integrado.
Tamizar la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal.
Sumar los ingredientes secos (paso anterior) a la mezcla líquida y batir constantemente hasta obtener una masa homogénea.
Engrasar un molde para horno con un poco de aceite o manteca y verter toda la preparación realizada con anterioridad.
Hornear durante aproximadamente 45 minutos o hasta que el budín esté bien doradito, es decir, en el momento que se inserta un cuchillo o palito y sale limpio.
Pasado el tiempo, dejar enfriar durante unos minutos, desmoldar y colocar una pequeña lluvia de azúcar impalpable.
Si querés darle un toque diferente, podés hacer un glasé rápido. Para ello, en un recipiente triturar el azúcar (también podés usar endulzante tipo impalpable o edulcorante en polvo) y añadir la cucharada de jugo de limón y la clara de huevo. Luego, batir durante 10 segundos a velocidad media o hasta que la mezcla sea homogénea y el azúcar se deshaga por completo.
