Francisco Gingarelli, se cansó de reclamar en la Justicia, de donde dice "no obtener respuestas". Es que en el 2018 alquiló una de sus propiedades situada en el barrio porteño de Almagro, a una pareja de extranjeros, sin embargo, durante la pandemia dejaron de pagarle el alquiler, y no solo eso, sino que además, de acuerdo a la acusación del denunciante, en el lugar funciona un "prostíbulo clandestino donde explotan a chicas".
El denunciante, reveló a cronica.com.ar, que la propiedad en cuestión está situada en el primer piso del edificio emplazado en Avenida Diaz Velez 4366. Según contó, los "okupas", son una mujer de nacionalidad chilena, M.P.M, y un hombre de nacionalidad uruguaya, A.M.D.
"Yo dueño de la propiedad alquilé de buena voluntad", contó Gingarelli. Sin embargo, el contrato de alquiler realizado en abril de 2018 venció en marzo del 2020, en medio de la pandemia de coronavirus, y desde entonces los extranjeros que le alquilaban la propiedad dejaron de pagar el alquiler.
"Dejaron de pagar, y cuando fui a reclamar, me decían que venga la semana que viene y así fueron dilantando los pagos", remarcó el denunciante. No obstante, en ese período Gingarelli advirtió que en su propiedad, los presuntos "okupas" armaron un prostíbulo.
"Ellos violaron los términos del contrato de alquiler al colocar de forma clandestina un prostíbulo donde se valen de mujeres con estado vulnerabilidad y menores de edad donde son explotadas por estas persona proxenetas, por ello estamos solicitando no solo el desalojo sino la investigación de ambas personas. además es importante resaltar que adeudan alquileres", sostuvo el hombre, en diálogo con este medio.
"Hace dos años que no pagan alquiler, dicen que no tienen plata", agregó Gingarelli.
De acuerdo a la acusación que hace el denunciante, el establecimiento que denuncia como clandestino y que funciona en su propiedad, está abierto desde las 22 horas hasta las 6 de la mañana.
"Trabajan con puertas abiertas, se ven las luces de colores, y después de cierta hora trabajan a puertas cerradas", manifestó.
No obstante, Francisco expresó que "lo que sucede puertas adentro en el lugar que alquila está a la vista".
Incluso relató que cuando fue al lugar a reclamar el dinero que le adeudaban de los alquileres, se encontró con una imagen explícita que da cuenta de los usos que le están dando al lugar.
"Había mujeres al costado con poca ropa, y hombres que entran y salen. Todo a media luz", destacó. "Cualquier persona que va lo ve", puntualizó.
En ese contexto, Gingarelli manifestó que la situación es por demás indignante ya que en la cuadra en la que está situada la propiedad en cuestión hay cuatro escuelas, por lo que la zona frecuentemente es concurrida por niños y niñas.
"Por eso, en esta oportunidad recurro a ustedes para poder agilizar dicha denuncia y así poder solventar la situación además de solicitar la orden de desalojo del inmueble", concluyó.
