Es un viaje que se mete en la vigilia por las semis de la Copa Libertadores que comiezan la próxima semana. Aunque, tal vez, internamente lo vean como una oportunidad para descomprimir el clima generado alrededor de un Boca que lleva cinco partidos sin ganar. Lo cierto es que el plantel de Jorge Almirón ya está en Santiago del Estero y va en busca de reencontrarse con la victoria.
Los 24 jugadores que convocó el DT para el choque por la quinta fecha de la Copa de la Liga viajaron hasta la provincia del Noroeste argentino luego del entrenamiento matutino y el habitual almuerzo que antecede a cada viaje que realiza el equipo.
La llegada hasta la localidad de La Banda (allí está ubicado el hotel Marias, en las cercanías del estadio Único Madre de Ciudades) la realizaron en el micro que acompaña siempre a la delegación.
Al arribar a la puerta del hotel, los jugadores comenzaron a juntarse al borde del vehículo hasta que -ya con la mayoría abajo y escoltados por el personal de seguridad de y las fuerzas que custodiaban la zona- se dirigieron hacia el vallado dispuesto para firmarles autógrafos a la gente y sacarse fotos, por un espacio de más de diez minutos.
Pipa Benedetto, Marcos Rojo, Valentín Barco, Edinson Cavani, el Changuito Zeballos (local en Santiago) y el resto de los integrantes de la delegación fueron los que encabezaron la caminata hasta el encuentro con los cientos de fanáticos que esperaban. Unos minutos más tarde se les sumó Chiquito Romero, último en bajar del micro.
Almirón eligió dejarle el protagonismo a los jugadores y -junto con sus ayudantes- se metió directamente al hotel al bajar del micro. El DT sabe que su figura es importante por lo que representa pero que aún debe dar materias para conseguir ese amor incondicional que la gente le da a los jugadores, independientemente de la actualidad de cada uno.
